Fauna del gimnasio

Buf... sí que hace tiempo que no escribo nada que hasta han cambiado el formato de Blogger y yo sin darme cuenta...

He estado falta de tiempo y de inspiración, y eso es razón de sobra de muerte bloguera. Pero bueno, tampoco tengo muchas cosas nuevas que contar: sigo emparejada, trabajando en un supermercado (la "bollo-cajera" a tope, jaja), y en breves estudiando también (auxiliar técnico veterinario)

Estaba hoy en el gimnasio solita (es que ahora me ha dado por ponerme en forma, aunque en parte obligada por mi novia que me dice que soy una vagota -y tiene razón...-), caminando a paso rápido en la cinta, observando el personal, y he pensado... ¡vaya fauna! Entre estos y los de la tarde (cuando libro, voy por la tarde, pero los días de curro voy por la mañana) tenemos aquí un cuadro bastante peculiar.

Paso a describirlos:

- Los "croissants": Sí, esto es lo típico de los gimnasios, el tío "petao" a más no poder, con sus camisas de tirantes que se le salen los pezoncillos, haciendo todo el rato máquinas de brazos, mirándose los abdominales cada dos por tres al espejo, con sus absurdas conversaciones de cerebro inversamente proporcional a sus bíceps... Aun así, son inofensivos. Tontos, pero inofensivos.






- Las señoras: De sobra es sabido, que las señoras son LENTAS a más no poder para todo. Tengo el claro ejemplo en mi trabajo: la típica viejecita que tarda 482597081 horas en sacar del monedero los euritos, otras 134524352 en contarlos y alrededor de 782423536 en recoger su compra. Pues en el gimnasio más de lo mismo. Hay un par de señoras que se mueven a la velocidad de una hormiga coja y que tardan una eternidad en dejar las máquinas libres. Me sacan de quicio...


- La pija petarrrrrda (haciendo hincapié en pronunciar la R con rabia pura): Sí, esa pija que nunca va a al gim, pero que de pronto le da por tersar sus diminutas nalgas y se tira más de una hora ocupando la puñetera máquina de andar (*nota: en este gimnasio no hay clases colectivas tipo aerobic, GAP ni leches, sólo hay máquinas, y hay 3 cintas de correr de las cuales sólo 1 tiene pendiente - que es la que hago yo - y que como se ponga ella... te jodes.) Lo que sigo sin entender es qué razón de ser tiene ir al gimnasio maquillada y con las perlitas en las orejas.

- La sobre-operada: Hay una chica que se nota que se ha puesto tetas y un culazo enorme (aparte de las operaciones obvias en toda su cara). No, no es un culo bonito. Es un culo descomunal, y desconcentra bastante hacer ejercicio teniendo esa gran masa de carne-silicona moviéndose rítmicamente delante de ti. Y repito: no, no es agradable a la vista. (de esta no subo fotos porque todas las fotos de culos que encuentro en google imágenes son un tanto porno-festivas)

- Los maricas: Suelen ir emparejados. Tienen muuuuuucha pluma. Son una versión del croissant pero en plan ositos amorosos de pelo en pecho (y en ojete, seguro) Abundan.




- Las boller-truck: Bolleras camioneras de toda la vida de dios (no me incluyo porque aunque vaya con pintillas al gimnasio, guardo mi feminidad incluso en mis peores momentos) Con sus pantalones de basket, camisetas anchotas, brazos tatuados, pelo corto de punta y cara de querer estrujar todos los penes que hay en el gimnasio.






- El pobre chino martirizado: Este es un caso muy peculiar que no creo que haya en todos los gimnasios. Es un chaval chino de unos 16 años, con algo de sobrepeso, al cual han llevado sus sádicos padres para que adelgace. Lo peor de todo es que lo obligan a estar una hora corriendo, haciendo bici, etc. y encima los padres están cada dos por tres pasando al gimnasio o asomándose por el cristal de la calle para observarlo y meterle presión (los sustos que me llevo a veces al mirar por la ventana y ver dos cabecillas pegadas en el cristal, jaja)



Creo que no me dejo a nadie. Intentaré escribir de vez en cuando. Mi próxima entrada me parece que incluirá un top 10 de estos que provocan tsunamis de babas. Sí, es buena idea.

addio ragazze!